Este miércoles 13 de noviembre, a pocos días de iniciado el mes de María, 29 nuevas camareras recibieron el escapulario de la Cofradía Nacional del Carmen con el fin de trabajar en extender la devoción a la patrona de Chile y buscar ser fiel espejo de la madre de Jesucristo.
La ceremonia fue presidida por el p. Ignacio Gramsch, asesor eclesiástico de la Cofradía Nacional del Carmen y el padre Juan Ignacio Ovalle.
En su homilía el padre Ignacio, quien además es párroco de la parroquia El Sagrario, destacó el significado de ser camarera que resumió en 6 puntos: “Camarera es una mujer que ama a Jesús, Dios mismo, que lo busca y es su amigo, y por eso atiende, cuida y venera a su madre, la Virgen María aquí en este Santuario de la Virgen del Carmen”.
Una camarera es también, señaló, “una mujer que ama a su familia y trata de transmitirles la fe; ama a la Iglesia porque es la esposa amada de Jesús; participa y apoya en su parroquia, siente con sus pastores, nuestro obispo y el Papa. Quiere también al Santuario de la Virgen del Carmen y lo siente suyo”.
En su homilía el p. Gramsch destacó también que “una camarera es una mujer que se pone de rodillas para orar, que asiste todos los domingos a la misa siendo una mujer de fe, poniendo su confianza en Dios y en su madre la Virgen quien es la mejor intercesora y porque todo lo que le diga a su hijo Jesús, él lo tendrá muy presente”.
Como cuarto atributo señaló que “una camarera de la Virgen del Carmen es una mujer que ama su patria, es una buena ciudadana y también reza por su autoridades e instituciones para que Chile sea un país de hermanos”.
También señaló que una camareras es una hija de Dios que atiende y ayuda a los 10 leprosos, a los pobres y desvalidos y pone mucho de sí para atender a Jesús en los pobres”.
Destacó asimismo que una camarera de la Virgen del Carmen “es una mujer del siglo XXI en el Chile de hoy, una mujer alegre y normal, que no anda añorando el pasado y evangeliza hoy, con el lenguaje contemporáneo con inteligencia y astucia como lo hizo Jesús y como nos pide hacerlo hoy”.
Finalmente felicitó a estas “mujeres valientes por ser servidoras de Dios, de su madre y de su Iglesia”.