Desde el comienzo de la Peregrinación por la Vida, que se inició a fines de mayo en Puerto Montt, la Virgen del Carmen Misionera ha recorrido el país de sur a norte, llegando a parroquias, escuelas, hospitales y conventos, entre muchos otros lugares donde ha sido acogida con respecto y devoción.
Su visita no sólo ha generado una corriente de oración a favor de la vida y en contra de la aprobación de una ley de aborto en Chile, sino que también le ha entregado consuelo y regocijo a miles de personas.
“Madre, es maravilloso que hayas venido a nuestra ciudad y sentir tu presencia. Quiera Dios que nos dejes muchas bendiciones y nos dejes tareas para cumplir”, decía Claudio, de la Diócesis de Santa María de los Ángeles, con ocasión de la visita que le realizó la Virgen entre el 28 de junio y el 5 de julio. Y Claudia, también de la misma zona, daba su testimonio de conversión: “Virgen del Carmen: hoy es un día especial. Sin saber te encontré en el camino...Hoy empiezo una nueva oportunidad de vida para mí. No es casualidad el haberte encontrado. Sé que iluminas mi camino y el de mi familia..., acompáñanos por la eternidad, Virgen amada”.
A comienzos de julio, la Virgen del Carmen Misionera estuvo dos semanas en la Arquidiócesis de Concepción, donde dejó una gran huella. “Agradezco el que me hayas elegido como tu hija, por todas las veces que me has consolado, por guiarme hacia tu Hijo, enseñándome a amarlo a través de mi vida”, decía Anemaría.
En Coronel, Juana se mostraba muy contenta por volver a ver la imagen: “Feliz del regalo que nos hace el Señor de prestarnos a su Madre, para regalonearnos con su presencia. Que ella nos traiga paz y amor para todos nuestros hermanos”. Y en Lebu, Manuel le daba gracias “por tu infinita bondad y compañía diaria, bendice a nuestra familia y comunidad siempre y acércanos al Señor cada día”. Son sólo algunos testimonios de los pequeños milagros que la Virgen ha hecho posibles a su paso.